martes, 24 de diciembre de 2013

Voces agrias en horas inhiestas


Voces agrias en desvelos nocturnos. Madrugadas eternas llenas de silencio y desconsuelo. La cadencia sonora del péndulo del cuco marca el paso del tiempo. Acaricio la cumbre lejana. Alma resquebrajada. En esta madrugada de crucifixión. Cae sobre mi nombre el penar de mi vida. Mi propia condena encadena mi cuerpo en esta mazmorra de las profundidades de la tierra. Busco la pena como el ladrón a su presa. No me mires te puedo contangiar mi amargura inmensa. A esta hora unos ríen otros lloran. Unos nacen otros mueren. Muchos viven y algunos mueren en vida.
vv. 07:00 12-04-2009. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario