martes, 24 de diciembre de 2013

Se oye un grito


Se oye un grito. Lejano. Más allá de la murallas que circundan la ciudad. El vigía permanece estático en su torreta. Avanza. No te detengas. Sigue tu rumbo. Acaricia con tus manos la almohada. Cae la tarde, llega la noche. Un chupete hay en la mesa. Una lágrima se esconde bajo esa piedra. Ahora que nos queda, esperar. La bufanda de Pablo se quedo perdida en el monte. Un paso, una mirada, un suspiro se escapa, todo se pierde, todo queda atrás, atrapado en el pasado. Voces y silencios. Impaciente. Nervioso. Inquieto. Está helado. Hay que desnudarla entera. Tu vas. Si yo voy. Carraspea la garganta. Se oye el balbuceo de un bebé. Habla solo. Mordisquea. Entre susurros palabras delirantes. Nene, tómate las pastillas. Recuerda son siete. La de…la otra para…una más…la cuarta ¿para que es?...venga sigue…venga es fácil… y la séptima la última…se acabo ya las tome. Dentro de ocho horas repetimos.

vv. 03-11-2008.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario