martes, 26 de julio de 2011

Naturaleza plena


A mi me resulta placentero comtemplar la naturaleza,
en apartada soledad,  tranquilo, melancólico;
un todo de percepciones me llenan de pureza,
así se instala en mi un gozo onírico.
En esta mañana de mediados de abril, la bóveda
del cielo se ha vestido de un radiante azul,
con un ramillete de nubes deshilachadas, que se le enreda
en almohadones como visillos de tul.
Me rodea un amplio manto de hierba humeda,
una infinidad de flores dan colorido a este paisaje,
allí al poniente se dibuja una frondosa arboleda;
un ramillete de violetas para ti coloco en mi carruaje.
Recostado, en este mi legendario roble;

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