martes, 26 de julio de 2011

Estado febril


¡Y estar muerto antes de morir!
Blasfemo ante las injusticias de Dios;
apoyo la cabeza en las paredes para llorar,
estoy pálido y padezco palpitaciones;
arde mi corazón más pronto que una paja seca.
Contemplo con un atento alelamiento
como el viento arrastra nubes de polvo.
De sueño en sueño,
de tristeza en tristeza,
vaga mi alma;
me suben bocanadas de hastío.
En las iglesias hay feligreses,
y un cura lee su breviario.
¡El porvernir es un corredor negro!
Abro la ventana y aspiro
aire fresco para calmarme;
irritación nerviosa,
cargada de angustias y vacia de felicidades.
Sueño con un polvo de oro, esparcido a lo largo
del humilde sendero de vidas ajenas.
Entre el cielo y la tierra;
existencia de rostros desfigurados.
¿Donde estan las alegrias de mi corazón?.
Por mis mejillas corren un mar de lágrimas.
Y antes de morir,
atravieso un negro corredor
"El misterio más grande que existe radica en entender al otro yo".

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